19/2/16

En la mañana, ¿cuál es tu rutina? ¿Ducha y luego desodorante? De ser así, lo mejor es que continúes leyendo, pues según varios artículos para el consumidor, los desodorantes son más eficaces si se aplican en la noche, justo antes de ir a la cama. Las millones de glándulas que tenemos en nuestro cuerpo bombean varios litros de sudor al día, muchas veces en exceso. Y los desodorantes y antiperspirantes son nuestra primera arma para reducir el mal olor y cantidad de fluidos que segregamos. Glándulas sudoríparasImage copyrightThinkstock Image caption Los desodorantes atacan las bacterias que producen el mal olor, mientras que los antitranspirantes bloquean los conductos sudoríparos. Pero la efectividad de estos productos depende de varios factores, como la cantidad que apliques, los ingredientes e incluso la hora en que lo apliques. Para evitar el mal olor que se origina con la transpiración, los desodorantes están diseñados para inhibir las bacterias de la atmósfera que actúan con el sudor y son las que hacen que se produzca ese hedor ácido. Con frecuencia tienen ingredientes con base de alcohol, que hace de las axilas un sitio inhóspito para las bacterias. También contienen bactericidas que acaban con estos microorganismos antes de que tengan tiempo de digerir nuestros fluidos. Mientras que los antitranspirantes funcionan bloqueando los conductos por donde sale el sudor. Tiempo para actuar