23/2/16


Puede que, antes de que ocurra, te des cuenta de que va a sucecer o incluso logres avisar a alguien, pero la caída inminente es imposible de evitar. Se trata de un acto reflejo, en forma de mensaje que el cerebro envió a tu corazón, y que hace que caigas al suelo y quedes inconsciente. "A veces, especialmente cuando hacemos ejercicio, nuestras arterias abren pequeñas ventanas cerca de nuestros músculos para aumentar el flujo sanguíneo y liberar oxígeno cuando se necesita, lo cual aleja la sangre del cerebro", explicó el genetista y presentador del programa de la BBC Inside Science, Adam Rutherford. "Eso es también lo que puede ocurrir cuando te desmayas", asegura Hannah Fry, profesora del Análisis Espacial Avanzado en el University College de Londres (UCL) . "Tu ritmo cardíaco aumenta para alcanzar la presión que permita enviar más sangre al cerebro", dice la científica. Pero, si eso no funciona, nuestro cebebro activa un "sistema de emergencia". Y es entonces cuando quedamos inconscientes. Contra la gravedad Imagina la sangre circulando en tus arterias. Tus nervios y corazón trabajan juntos para mantener la presión sanguínea perfecta y ayudar a impulsar la sangre hacia el cerebro y otros órganos. "Lo que nos hace diferentes de otros animales es que nuestra cabeza está a más altura que nuestro corazón, por lo que nuestros cuerpos tienen que luchar contra la gravedad e impulsar la sangre hacia arriba", le contó a la BBC Nicholas Gall, cardiólogo consultor del Hospital Kings College de Londres. "Cuando nos levantamos, grandes cantidades de sangre descienden a gran velocidad por nuestro cuerpo, que necesita reflejos para enviarla de nuevo hacia arriba". Sin embargo, en muchas ocasiones, ésta no llega de manera suficiente al cerebro, que transmite mensaje al corazón.